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Protección Civil: Eviten construir cerca de la zona de mar de fondo

El titular de la dependencia, Roberto Arroyo Matus, informó que la tormenta tropical Dalila dejó afectaciones en nueve municipios de Guerrero

El titular de la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil del Estado, Roberto Arroyo Matus, hizo un llamado urgente a los restauranteros y propietarios de enramadas a evitar la construcción cerca de la línea de playa, ante el aumento de afectaciones provocadas por el fenómeno del mar de fondo, intensificado por el cambio climático.

Tras el paso de la reciente tormenta tropical, Arroyo Matus informó que se registraron afectaciones en nueve municipios del estado, siendo Acapulco el más dañado. Entre los incidentes reportados se encuentran colapsos de techumbres, derrumbes, embarcaciones hundidas, árboles caídos, viviendas afectadas y 38 restaurantes o enramadas con daños por oleaje elevado, principalmente en las zonas de Playa Bonfil y Revolcadero.

El funcionario explicó que este tipo de fenómenos tienden a erosionar las playas, arrastrando grandes cantidades de arena y debilitando las bases de estructuras construidas en zonas federales marítimas.

Por ello, exhortó a la población y, en especial, a los restauranteros, a no invadir la franja costera con edificaciones permanentes, ya que están expuestas a daños por la fuerza del mar.

“Es importante que no se construya demasiado cerca del mar. Muchas enramadas son estructuras ligeras, lo que permite retirarlas a tiempo. Pero una edificación más formal corre mayor riesgo de perderse con el avance del mar”, advirtió.

Arroyo Matus enfatizó que el fenómeno del mar de fondo seguirá presentándose con mayor frecuencia debido al cambio climático, por lo que insistió en mantener la vigilancia y estar atentos a los avisos de Protección Civil. Finalmente, recordó que ante cualquier emergencia, la ciudadanía puede comunicarse al número 911.

Dalila deja severas afectaciones en zonas costeras de Guerrero
La tormenta tropical Dalila dejó una estela de afectaciones en diversas regiones del estado de Guerrero, principalmente en zonas costeras como Acapulco, Coyuca de Benítez, Atoyac y Tecpan, donde se registraron intensos vientos, lluvias y fuerte oleaje. Entre los daños más significativos se reportaron derrumbes, colapso de techumbres, caída de árboles y hundimiento de embarcaciones menores.

En el caso de Acapulco, las zonas de Playa Condesa y Revolcadero resultaron severamente afectadas por el mar de fondo generado por la tormenta, lo que provocó el daño total o parcial de al menos 38 restaurantes y enramadas, cuyos cimientos quedaron expuestos o fueron arrastrados por el oleaje. Además, se reportaron inundaciones en calles de baja altitud y afectaciones a viviendas por el ingreso de agua y lodo.

En Coyuca de Benítez, el temor entre la población llevó a la apertura de refugios temporales, donde se resguardaron varias familias. En total, se activaron albergues en al menos dos municipios, como medida preventiva para proteger a la población vulnerable ante las condiciones climáticas adversas.

Los efectos de Dalila reflejan la vulnerabilidad de las zonas costeras ante fenómenos meteorológicos cada vez más frecuentes e intensos, exacerbados por el cambio climático. Las autoridades mantienen activo un monitoreo constante y reiteran el llamado a no construir en áreas de alto riesgo, particularmente cerca del mar.